Experiencia de Paz
Comience por imaginar una esfera transparente que, bajando desde lo alto, va entrando por su cabeza y termina alojĂ¡ndose en el centro del pecho, a nivel del corazĂ³n.
Una vez alojada en el lugar correspondiente, se la va expandiendo lentamente, como si creciera cada vez mĂ¡s, hasta los lĂmites de todo el cuerpo.
Cuando la sensaciĂ³n, que comenzĂ³ en el centro del pecho se ha extendido por todo el cuerpo hasta sus lĂmites, sobreviene una cĂ¡lida sensaciĂ³n de paz y unidad interna, que se la deja operar por sĂ sola.
Es importante que esta sensaciĂ³n se extienda hasta los lĂmites de todo el cuerpo, es decir, irradiando desde el centro del pecho cada vez mĂ¡s hacia todo el cuerpo, hasta lograr una suerte de luminosidad interna. Cuando Ă©sta coincida con los lĂmites del cuerpo, la relajaciĂ³n serĂ¡ completa.
A veces la respiraciĂ³n se hace amplia, acompañando a las emociones positivas que se van presentando: emociones de agrado, emociones inspiradoras. Pero no preste mayor atenciĂ³n a la respiraciĂ³n, solamente dĂ©jela que acompañe a las emociones positivas. En otras ocasiones surgen algunos recuerdos y algunas imĂ¡genes muy vĂvidas. Pero usted se interesa mĂ¡s por su registro de paz creciente.
Cuando el registro, que comenzando en el pecho se haya difundido por todo el cuerpo hasta los lĂmites, se habrĂ¡ dominado lo mĂ¡s importante del ejercicio. Entonces surgirĂ¡ la experiencia de paz.
Usted podrĂ¡ permanecer en ese interesante estado unos pocos minutos. Luego, haga retroceder lentamente la sensaciĂ³n y la imagen hasta el pecho, cerca del corazĂ³n.
Desde allĂ, llĂ©vela nuevamente hasta su cabeza, para ir haciendo desaparecer la “esfera” que utilizĂ³ desde el principio del ejercicio.