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Seminario sobre la Ceremonia de Reconocimiento

1. Encuadre general:

Este material se basa en el contenido de la ceremonia de reconocimiento, en la cual están expresados en forma sintética los conceptos centrales de El Mensaje de Silo:

“Cuando hablamos del Mensaje siempre damos contextos. En la ceremonia de Reconocimiento ponemos nuestros Principios y contextos. Esas declaraciones son importantes. En algún momento, los partícipes deberían hacer una suerte de declaración pública y explicar con qué están de acuerdo y con qué no. Tienes que ver en qué momento, porque tiene que haber una reflexión…..” (1)

Partiendo del hecho de que el objetivo inmediato de una comunidad del Mensaje de Silo es la superación del sufrimiento de sus miembros y de quienes los rodean, la ceremonia de Reconocimiento constituye para el nuevo miembro de la comunidad un hito, en el cual se da un testimonio colectivo a la vez que se expresa un compromiso personal y conjunto. Este compromiso está referido tanto al objetivo inmediato como también al objetivo más profundo: develar el sentido de la vida (A).

El concepto de comunidad hace referencia al hecho de compartir experiencias comunes, ideales, actitudes y procedimientos.

La ceremonia de Reconocimiento comienza planteando la posibilidad de superación del sufrimiento, exponiendo a continuación las aspiraciones de la comunidad como valores básicos.

Se mencionan luego las distintas actitudes o posibilidades de acción para aproximarse a dichos ideales, concluyendo con una decisión respecto a la propia vida.

1.1. Experiencias comunes

Nos referimos aquí tanto a las experiencias individuales que pueden encuadrarse dentro del capítulo V “Sospechas del sentido” y del capítulo X “Evidencia del sentido” del libro El Mensaje de Silo, 1ª parte, como a experiencias conjuntas o compartidas, tales como las que propone la 2º parte del libro mencionado: “La experiencia”. El ámbito que crean las ceremonias colectivas refuerza la experiencia individual. También la repetición de las mismas opera en el mismo sentido.

En casi todas las ceremonias están presentes 2 realidades que tratadas explícitamente o no, muestran su importancia por el profundo significado que tienen para la vida. A estas realidades, que admiten diferentes interpretaciones, las conocemos bajo las designaciones de “la Inmortalidad” y “lo Sagrado”. El Mensaje concede la mayor importancia a estos temas y explica que se debe contar con pleno derecho para creer o no creer en la Inmortalidad y lo Sagrado, porque de acuerdo a como se emplace una persona frente a esto, así será la orientación de su vida.

… Lo sagrado se manifiesta desde la profundidad del ser humano, de ahí la importancia que tiene la experiencia de la Fuerza como fenómeno extraordinario que podemos hacer irrumpir en el mundo cotidiano. (2)

1.2 Ideales

Los ideales que rigen a la comunidad en lo social o interpersonal son los llamados 6 puntos que constituyen la base de la doctrina social (B) y del compromiso de acción en el mundo del Mensaje de Silo. En lo individual, los ideales están referidos a la coherencia interna y externa, así como a la importancia del tema de la inmortalidad y lo sagrado.

La coherencia interna o, lo que es lo mismo, la unidad interna, se refiere al pensar, sentir y actuar en la misma dirección, mientras que la coherencia externa pone como parámetro en nuestra relación con los demás la regla de oro (C) que reza: “Trata a los demás como quieres que te traten a ti”.

El tema de la Inmortalidad y lo Sagrado pone el encuadre mayor que permite al individuo orientar su vida conforme a un sentido más profundo o trascendente (en oposición a los sentidos provisionales (D)).

1.3 Actitudes

Las actitudes las entendemos como posturas y conductas que nos acercan o alejan de los ideales planteados. En tal sentido los principios de la acción válida (E) (mencionados en el capítulo XIII de “El Libro”) constituyen el mejor encuadre para ellas.

Dado que vemos al ser humano en permanente transformación dentro de un proceso de desarrollo, ponemos el acento en su futuro y sus posibilidades de cambio, más que en un pasado que lo determina. Así, la visión que se tenga del futuro condicionará el propio accionar en el presente.

1.4 Procedimientos compartidos

Nuestra forma de trabajo se centra en la reflexión personal, en el intercambio grupal y en la síntesis de conjunto, enfatizando la convergencia de miradas y la flexibilización del propio punto de vista. Esta forma de trabajo crea una atmósfera de apertura que posibilita un real intercambio. Respecto al intercambio de experiencias nos interesa más la descripción que la interpretación de las vivencias.

2. Temas de reflexión e intercambio.

2.1 Sobre el dolor y el sufrimiento y cómo superarlo

a) Lectura e intercambio sobre la arenga “La curación del sufrimiento”. (3)

b) Aclaración sobre la diferencia entre necesidad y deseo.

Un punto de importancia en la superación del sufrimiento es el aprender a distinguir entre necesidad y deseo. Aquí es donde podemos apelar al “buen conocimiento” o sea el conocimiento al servicio de la comprensión y superación del sufrimiento, puesto que nos permite indagar sobre sus raíces:

“Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos”. (4)
Ya en “La curación del sufrimiento” se nos dice que hay que elevar el deseo como una vía de superar la violencia interna. La violencia tiene como raíz al deseo, que puede tener distintos grados: desde las ambiciones más desmedidas hasta las aspiraciones más simples y legítimas.

El sufrimiento delata el estado de violencia, violencia que está conectado al temor: temor a perder lo que se tiene, a lo que se ha perdido y a lo que se desespera de alcanzar.

No se trata de emprender una cruzada contra el deseo sino de comprender el mecanismo subyacente que nos lleva frecuentemente a confundir necesidad con deseo. Cuando tenemos una necesidad (corporal, emocional o espiritual), es porque en realidad experimentamos una carencia en uno de esos planos.

Ahora bien, producto de nuestro funcionamiento, muchas veces no llegamos a experimentar directamente la carencia en sí, sino mas bien nos focalizamos en aquello que (creemos) puede satisfacer dicha carencia. Así, por ejemplo, cuando digo que tengo hambre, no solamente está presente la sensación de hambre, sino también la representación de aquello que por experiencia o imaginación podría saciar mi hambre.

En el plano emocional una genuina necesidad de afecto, compañía y comunicación íntima puedo confundirse con la “necesidad” de contar con una persona de determinadas características, atribuyéndole a dicha representación la capacidad de satisfacer esa necesidad emotiva que experimento.

En estos casos será entonces de suma utilidad diferenciar, por vía del buen conocimiento, lo que realmente necesito de aquello que creo necesitar.

Atendiendo a este punto, el ser humano puede reorientar su vida mediante la meditación interna.

Reflexión sobre la situación personal en torno a este tema.

Intercambio

c) El buen conocimiento

La comprensión del tema del sufrimiento (cómo se genera y cómo se puede superar), constituye, a nivel individual e interpersonal, lo que llamamos el “buen conocimiento”: un conocimiento al servicio de la vida y de la reconciliación.

No se trata entonces de un conocimiento meramente intelectual, sino un conocimiento basado en la propia vivencia y en el propio registro, capaz de develar incluso lo sagrado en la profundidad de la conciencia.

Pero además de este enfoque existencial, el “buen conocimiento” tiene un enfoque social: el dolor y el sufrimiento de los individuos retrocederán en la medida en que avancen la sociedad, la ciencia y la justicia.

2.2 Nuestros ideales y valores

Para nosotros, mensajeros de un nuevo espíritu, nuestra doctrina social y nuestro compromiso de acción en el mundo se basa en los siguientes seis puntos:

“En primer lugar, esta actitud propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano (ni el dinero, ni el Estado, ni la religión, ni los sistemas sociales), ni que un ser humano esté por encima de otro.

En segundo lugar, afirma la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley, avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.

En tercer lugar, reconoce la diversidad personal y cultural, afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales.

En cuarto lugar, auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.

En quinto lugar, afirma la libertad de ideas y creencias.

Y, en sexto lugar, repudia no solamente las formas de la violencia física, sino que propicia la resistencia justa también a todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo.” (5)

2.3. La inmortalidad, lo sagrado y la espiritualidad
“El Mensaje asume las dificultades de examinar abiertamente las creencias fundamentales, chocando con la censura y la autocensura que inhiben al pensamiento libre y a la buena conciencia. En el contexto de la libre interpretación que propicia el Mensaje, se admite que para unas personas la Inmortalidad se refiera a las acciones realizadas en vida, pero que sus efectos se continúan en el mundo físico a pesar de la muerte física. Para otras, la memoria que se conserva en los seres queridos, o aun en grupos y sociedades, garantiza la persistencia después de la muerte física. Para otras más, la inmortalidad es aceptada como persistencia personal en otro nivel, en otro “paisaje” de existencia.

Siguiendo con la libre interpretación, algunos sienten a lo Sagrado como el motor del afecto más profundo. Para ellos, los hijos u otros seres queridos representan lo Sagrado y poseen un máximo valor que no debe ser envilecido por ningún motivo. Hay quienes consideran Sagrado al ser humano y a sus derechos universales. Otros experimentan a la divinidad como la esencia de lo Sagrado.

En las comunidades que se forman en torno al Mensaje, se considera que las diferentes posturas asumidas frente a la Inmortalidad y lo Sagrado no deben ser simplemente “toleradas”, sino genuinamente respetadas.” (6)

Reflexión individual:

¿Qué es para mí la inmortalidad?
¿En qué medida creo que influye en mi quehacer cotidiano mi visión de la inmortalidad?
¿Qué es para mí lo sagrado?
¿Qué cosas considero sagradas en mi vida?
¿Qué me sugiere el término espiritualidad?
¿Cuál sería el núcleo de nuestra espiritualidad?

a) Las ceremonias y su conexión con lo espiritual

“Lo sagrado se manifiesta desde la profundidad del ser humano, de ahí la importancia que tiene la experiencia de la Fuerza como fenómeno extraordinario que podemos hacer irrumpir en el mundo cotidiano. Sin la experiencia todo es dudoso, con la experiencia de la Fuerza tenemos evidencias profundas. No necesitamos de la fe para reconocer lo Sagrado. La Fuerza se obtiene en algunas ceremonias como el Oficio y la Imposición. También en las ceremonias de Bienestar y Asistencia se pueden percibir los efectos de la Fuerza.

El contacto con la Fuerza provoca una aceleración y aumento de la energía psicofísica, sobre todo si cotidianamente se realizan actos coherentes que, por otra parte, crean unidad interna orientada hacia el crecimiento espiritual.” (7)

b) Lectura e intercambio sobre de los capítulos VII a XII de El Libro El Mensaje de Silo

c) Práctica: Oficio

2.4 Aclaración sobre el compromiso: el reconocimiento de lo sagrado, la renovación de la vida y la difusión de El Mensaje de Silo

El compromiso asumido para uno mismo y expresado públicamente, se refiere a actuar con unidad, a reconocer el propio fracaso, a seguir la vía de la reconciliación y la persuasión aplicando crecientemente la regla de oro.

Con respecto al fracaso es conveniente aclarar que se refiere no solo al frustrado logro de metas sino también a la ilusoriedad de los sentidos de búsqueda provisorios que irremediablemente están condenados al fracaso en tanto constituyen búsquedas compensatorias, que no dan respuesta a los problemas de fondo, que es el sufrimiento.

“Sufres porque temes perder lo que tienes, o por lo que ya has perdido, o por lo que desesperas de alcanzar. Sufres porque no tienes, o porque sientes temor en general… He ahí, los grandes enemigos del hombre: el temor a la enfermedad, el temor a la pobreza, el temor a la muerte, el temor a la soledad.” (8)

El compromiso personal concluye con el propósito de renovación de la propia vida buscando en el propio interior los signos de lo sagrado y llevando el Mensaje a otros.

Reflexión personal sobre el cambio o la renovación de la propia vida

Con esta última reflexión personal concluye este trabajo de esclarecimiento sobre la ceremonia de reconocimiento.

Preguntémonos: ¿Es necesario para mí y para otros que cambie o se fortalezca la dirección de mi vida?

Entonces, en silencio, escuchemos la voz, la voz interna que surja en nosotros.

¿Es necesario para mí y para otros que cambie o se fortalezca la dirección de mi vida?

¿Quiero cambiar o fortalecer la dirección de mi vida?

¿Tengo fe en que cambiará o se fortalecerá la dirección de mi vida?

Entonces, que brote en mí la fuerza y la luz de la vida.

Hoy y no mañana, ve a la reconciliación: besa a tu pareja y a tu hijo, a tu madre y a tu padre; abraza a tu amigo y a tu enemigo, y diles con el corazón abierto: “Algo grande y nuevo ha pasado hoy en mí”, y explícales luego qué pasó, a fin de que también ellos puedan llevar este mensaje. (9)

Referencias

A) Silo, Obras completas, volumen 1, “El sentido de la vida”, pág. 809 , editorial Plaza y Valdés, México, 2002.

B) Opúsculo Silo a cielo abierto, discurso de Silo en la inauguración de la Sala de Sudamérica el 07/07/2005

C) Manual de temas formativos y prácticas para mensajeros. Tema formativo Nº 8: “La acción válida” y Tema formativo Nº 10: “Comentarios sobre la Regla de Oro”.

D) Silo, Obras completas, volumen 1, “El paisaje interno”, Cap. XIII, “Los sentidos provisionales”, pág. 106, editorial Plaza y Valdés, México, 2002

E) Manual de temas formativos y prácticas para mensajeros, Tema formativo Nº 9: “Los Principios de acción válida”

1. Apuntes de la reunión de la comisión de la Sala Chile, Tunquén, Chile, 13 de Junio 2005

2 . De Comentarios al Mensaje de Silo, 2ª parte, pág. 21 y 23

3. Silo, Obras completas, volumen 1, “La curación del sufrimiento”, pág. 771, editorial Plaza y Valdés, México, 2002.

4. Manual de temas formativos y prácticas para mensajeros. Tema formativo Nº 9: “Los Principios de acción válida”.

5. Silo a cielo abierto, discurso de Silo en la inauguración de la Sala de Sudamérica el 07/07/2005

6. De Comentarios al Mensaje de Silo, 2ª parte, pág. 22

7. Op. cit., pág. 23

8. Silo, Obras completas, volumen 1, “La curación del sufrimiento”, pág. 771, editorial Plaza y Valdés, México, 2002.

9. Silo, Obras completas, volumen 1, “Acto público”, Pabellón de los Deportes, Madrid, España, 27 de Septiembre de 1981, pág. 830, editorial Plaza y Valdés, México, 2002.

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